The Real Double J: WWe tras Survivor Series

The Real Double J nos trae el análisis post-Survivor Series en una de las columnas más esperadas de DiarioWrestling. Muchísimas gracias por su colaboración y, por supuesto... adelante compañero!!!

Muchos dudábamos de cuál sería el resultado de la vigésimo cuarta edición de nuestras ya tradicionales series de supervivencia. El ambiente que circundaba las tierras de McMahon era bastante sombrío; a la alarmante bajada de calidad de su último evento, un flojísimo Bragging Rights, acompañaban noticias negativas, como la enésima lesión de uno de los pocos luchadores franquicias que le van quedando a esta compañía. La baja del Taker además, se agravava si teníamos en cuenta que era la story line principal de uno de los dos grandes programas que se emiten. Por otro lado, la crisis económica golpea duramente los sectores del entretenimiento y las cifras de venta y explotación de PPV´s abren una perspectiva poco halagüeña. Finalmente, las noticias que hablaban de una posible desaparición de este PPV eran cada vez más frecuentes. Sin embargo, el producto final fue altamente satisfactorio. Y entre las claves que para mí destacaron, podemos señalar las siguientes:

1.- Daniel Bryan. Recapitulemos: combatazo contra The Miz; en triple amenaza junto a Miz y Morrison; Espectacular combate contra Ziggler y , finalmente, combatazo contra Ted DiBiase. Es cierto que WWE le ha permitido un grado de lucimiento al que no estábamos acostumbrados, y hemos visto desde movimientos técnicos hasta espectaculares moves. Pero hoy en día es imposible ver un combate malo de Danielson. Los que podíamos dudar hace un par de años sobre si podría encajar “the best wrestler in the World” en esta modalidad de espectáculo, donde no existen wrestlers sino superstars, no podemos creernos lo que estamos viendo hoy en día. No podemos descartar que ante el clamor popular, Bryan pueda en un futuro no muy lejano convertirse en el principal Main Event de la compañía. Si sabe dosificarse (bordea peligrosamente la temeridad en algunas acciones), y las lesiones se lo permiten, podemos estar ante la gran sensación de WWE, poniendo de acuerdo a la crítica y a los espectadores. Cuando vemos sus combates, ya no nos planteamos cómo luchará él, sino si estarán a su altura sus rivales. ¿Hace cuánto tiempo no veíamos un vertical suplex con caída fuera del ring? Yo sólo se lo recuerdo a Dynamite Kid. DiBiase mejoró pero no estuvo a la altura... y estos son los combates que acaban catapultando a un luchador o hundiéndolo. Son muchas oportunidades ya desperdiciadas…

2.- Kaval. Nuestro Low Ki está más espectacular que nunca y con una libertad de movimientos de la que, ni por asomo, gozaría tan sólo hace tres años. Su combate fue eléctrico y espectacular. Si WWE sigue apostando por este tipo de combates recuperará algunos de los fans que desencantados buscaron su refugio en otras compañías.

3.- Morrison. El gran triunfador. Se le vio cuajado, con mayor responsabilidad. Necesitaba un combate como este para remontar su estancada carrera. Con un Sheamus ya casi consagrado, la intensidad de la lucha fue acrecentándose y pudimos adivinar a ese futuro main eventer del que tanto se hablaba no hace demasiado tiempo. Calidad tiene, elegancia le sobra. Le falta pegada, contundencia. Pero lo de ayer fue un paso muy grande, y veremos si es capaz de consolidarlo.

4.- Desequilibrio. En estas series de supervivencia, los combates secundarios estuvieron muy por encima de los que se supone que eran los principales. Los luchadores jóvenes se abren hueco a codazos, y hay un ramillete de nuevas estrellas que quieren reivindicar su terreno. Los brokers no supieron manejar los story line de las contiendas principales. El Main Event fue anodino y esperadísimo. No se puede sostener una lucha pensando solamente en la incertidumbre de si el árbitro intervendrá o no intervendrá. Desde el principio no se ha sabido jugar la baza de un John Cena como posible heel, ni probablemente hubiera sido creíble. Por eso, todos imaginábamos cuál iba a ser el resultado. Peor fue lo de Kane y Edge. ¿Edge jugando a gastar bromitas a Paul Bearer? ¿Desde cuando el luchador canadiense rechazaría la búsqueda directa de un título sólo por gastar unas bromitas al diablo rojo? Fue un combate lento, previsible, improvisado. La baja forma de “the Rated R Superstar” es ya un grave problema, y debería hacer reflexionar a WWE sobre la saturación de algunas de sus estrellas o sobre si deja guardar o no el tiempo necesario de reposo para recuperarse de las lesiones a algunos de ellos. Y Edge sin intensidad, sin TLC o sin story line convincente, es cualquier cosa menos una gran estrella. Demasiado tiempo alejado del circuito de los grandes títulos.

Buen PPV. Y una pregunta en el aire ¿sin Linda Mcmahon como candidata al senado veremos mayor tolerancia? ¿Se valorará más a los atletas que se juegan el físico sin trampa ni cartón? Esperemos……… el tiempo dirá. Y Dios –o en este caso Vince McMahon– proveerá.


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