WWe tras WrestleMania 27 by The Real Double J

Han pasado casi dos semanas, pero WrestleMania sigue echando humo. En este caso, nuestro colega y colaborador "The Real Double J" nos ofrece su visión del evento y todo lo sucedido a posteriori en una de las columnas más esperadas de la web:


Vivíamos tiempos raros; La inminente oleada de despidos o la bajada de calidad de los eventos de pago por visión recientes quedaron atrás con el anuncio más esperado en los últimos años : la participación de The Rock y Stone Cold en “The biggest event in life entertainment”. La era attittude resurgía con toda su fuerza, y supondría un aldabonazo a la situación actual de la WWE , siempre que se lograra conjugar con tino la fuerza de gloriosos tiempos pretéritos con la ilusión de los nuevos valores emergentes. ¿Cuál ha sido el resultado? A mi juicio, siempre discutible, una gran estafa. Un espectáculo inane y soporífero, una página más en el libro de wrestlecrap. Y , entre otras, estas creo que han sido las claves de este peligroso declive :

1.- Falta de un opener vibrante. De acuerdo, la pérdida de MITB como apertura del PPV produce un vacío irremplazable; ¿Tan difícil era preverlo? ¿El largo monólogo de The Rock era la fórmula ideal para calentar al respetable y provocar que entráramos de lleno en el espíritu de acción que requiere este evento?. Los minutos se sucedían uno detrás de otro, entre bostezos indisimulados y con una sensación inconfundible de que estábamos ante palabras fácilmente prescindibles: el típico parloteo de inicio de un RAW que a veces usamos para cambiar de canal. Nada justifica que quede desplazado el espectáculo, y menos por un gran luchador pero que, hasta ahora, no estaba en activo. Las técnicas de mercadotecnia pueden disimularse mejor, o por lo menos no sacrificar la intensidad con chapuzas tan burdas.

2.- La selección de los combates. ¿Quién parió la idea de que Daniel Bryan sería uno de los participantes del combate mixto? Menos mal que fue rectificado a tiempo pero..¿Quién parió la idea de que Daniel Bryan contra Sheamus fuera el Black match? Bryan, aún proviniendo de la lucha independiente, había dicho en numerosas entrevistas que uno de sus sueños era tomar parte en Wrestlemania, menuda falta de respeto para los fanáticos de ROH. Dos luchadores que son capaces de hacer arder el cuadrilátero los ocultan y disimulan…. Pues empezamos bien.

3.- La falta de respeto a los luchadores actuales. A ver si se enteran de una vez los grandes cerebros creativos : Orton está capacitado para sostener luchas principales en grandes eventos; Pero también Cm Punk, Cena, Morrison, Kane, Big Show etc. Esconder al roster actual y desplazar su interés por luchadores que actualmente no están en activo, que – con todos mis respetos- se limitan a posar para la foto , y así incrementar las ganancias de Mcmahon con el merchadising no es una técnica válida al medio y corto plazo.

4.- La falta de respeto por la propia división. ¿Para qué vale ganar un Royal Rumble? ¿Para qué vale ganar un MITB en Wrestlemania? ¿Para ser ridiculizado en un combate, o peor aún, ser ridiculizado como entrenador personal de un comentarista en un combate?. Por cierto, Shawn Michaels ha sido uno de los grandes nombres de la WWE, pero… ¿no sonó a cierta minusvalorización al resto de luchadores nombrados en el Hall of Fame el poco tiempo que se les dedicó?. Concluyo las preguntas : ¿Si la empresa no se toma en serio sus propios títulos como vamos a hacerlo los aficionados?.
5.- Falta de respeto al desarrollo de las tramas. ¿Dónde queda la historia de Kane?,¿No había forma de hilvanar mejor el comienzo de la rivalidad entre HHH y el enterrador?, ¿Qué decir de la historia de The Corres, Nexus y aledaños?.

6.- Los push fantasmas. En su rivalidad con Orton, K. Kingston dio un paso adelante. Morrison lleva dos o tres meses, en los que ha dado un paso adelante, CM Punk no ha parado en año y medio de dar pasos adelante… ¿Dónde van esos pasos? ¿al abismo de un ostracismo provocado?. La conclusión es que los creativos no saben manejar la calidad que tienen en su roster, que es muy superior a la estrechez de sus neuronas.

7.- Desarrollo de los combates. Lo siento, pero no es de recibo el final del combate entre Orton y CM Punk. Tampoco la intervención de The rock y el final del combate de un Main Event. Incluso durante el combate más lucido de la noche, la rivalidad entre HHH y Taker, la lógica aconseja que para que el enterrador hubiera tenido que ser retirado en camilla el combate tenía como mínimo que haber durado 10 minutos más. Nuevamente reitero : WWE no estuvo a la altura de sus wrestlers.

8.- Las pariditas. Las gracietas ayudan a aligerar un evento; el problema es cuando se convierten en parte importante de él. Los combates mixtos, los chistecitos a deshora o similares valen para ir al WC a aligerar la próstata, o para recoger los platos sucios de la cena. Pero no justifican el pago de una entrada.

9.- ¿y el paso del testigo? Era una ocasión ideal para que las estrellas de la era attittude ayudaran a consolidar a los nuevos valores, para lograr la difícil encrucijada entre la acción más descarnada con el desparpajo de la juventud. Y ha sido una grave ocasión perdida, una simple parodia de evento, una barata promoción de combates que se realizarán a.. ¡¡un año vista!!! Lo peor de todo es el enorme sacrificio baldío de muchos luchadores actuales que día a día intentan ganarse su puesto estelar en los grandes eventos de la división. Por cierto.. ¿tan difícil era prever lo de Edge para no darle la despedida que se merecía?.

10.- Detalles : los menos. Una rivalidad épica, los acordes de Metallica, Rey Mysterio como un mini Steve Rogers (gran concesión para los que somos aficionados a los cómics de la Marvel), pero en general ni fallaron los luchadores, ni falló el público. Ahora debería ser el momento de exigir responsabilidades.

En conclusión, un preocupante evento porque marca una disyuntiva peligrosa : mirar hacia el pasado, sin vocación de futuro y recoger la herencia ya marchita de unos años que no volverán. Un PPV que estuvo al mismo nivel que los “gloriosísimos” PPV de TNA en la era Hogan-Bishoff. Una federación que no sabe por qué camino tirar, y una terrible pérdida de tiempo. Fueron casi cuatro horas, pero a algunos nos parecieron casi veinticuatro. Como para desear ver la Wrestlemania XXVIII.


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