Nuevo artículo de nuestro compañero Edu, quien nos deja su opinión sobre cómo han ido las cosas en torno a Bragging Rights...
* EL OCASO DE LA STRAIGHT EDGE SOCIETY:
Los problemas con la Ley y sus adicciones a diferentes sustancias no solo trajeron consigo el inminente despido de Jeff Hardy de la WWE, sino que también originaron, de forma indirecta, el nacimiento de un interesante stable que, lamentablemente, acababa quedándose a medio gas y dejándonos la sensación de que podría haber dado muchísimo más juego: la Straight Edge Society.
Conocedora de estos graves problemas personales de Hardy y aprovechando un, en aquel momento, reciente turn heel de CM Punk, la WWE tenía la buena idea de crear una rivalidad entre ambos wrestlers explotando esa facilidad magistral que siempre ha tenido la compañía de utilizar elementos reales en sus storylines para darles más verosimilitud e impacto. Presentando al gimmick de CM Punk como un personaje que seguía la filosofía Straight Edge de forma extrema y hasta sus últimas consecuencias (filosofía que se opone radicalmente a cualquier clase de drogas, alcohol, tabaco o hasta a medicamentos prescritos por un médico), Punk encontraba un blanco perfecto en la persona de Jeff Hardy, el cual arrastraba problemas con las drogas en la vida real hasta el punto de verse enfrentado a un inminente proceso judicial muy delicado que, a la postre, supuso su salida de la empresa (en la vida real). El feudo tenía un origen muy lógico y creíble, y por eso era casi imposible que no funcionara bien dada la coherencia en las situaciones personales de ambas partes (tanto en la ficción como en la realidad). Con la perspectiva que otorga el paso del tiempo y mirando ahora hacia atrás, me da la sensación de que los planes originales de la compañía eran la de culminar dicha rivalidad con una victoria de Jeff Hardy, impulsada de forma decisiva por la increíble popularidad del luchador en aquellos instantes (su status era parejo al de John Cena y las ovaciones eran ensordecedoras a su paso, por increíble que pueda parecer eso ahora). Sin embargo, los problemas con las drogas y con la justicia precipitaron su expulsión de la compañía y, con ella, el cambio radical en el guión previamente escrito para decidir el destino de esta rivalidad. Hardy era expulsado y, sobre el ring y en la ficción, se contaba en forma de combate decisivo entre ambos cuyo perdedor debería marcharse para siempre de la compañía, dejando a Punk como ganador y, a efectos del kayfabe, como el wrestler que expulsaba de la empresa a un ídolo como Jeff Hardy de la WWE, culminando una victoria total y sin paliativos (con el enorme push que algo así suponía en aquellos entonces para cualquiera en su pellejo).
Curiosamente, es un secreto a voces que la WWE siempre estuvo por la labor de volver a contratar al wrestler en un futuro, cuando sus problemas legales y de salud hubieran desaparecido. Hardy llegaba al público, era un ídolo de masas y un elemento valioso para la compañía en aquellos momentos, por lo que su recontratación era casi un objetivo prioritario a medio o largo plazo. Sin embargo, Hardy parece no haber levantado cabeza y su estado de forma y popularidad actuales no son ni la sombra de lo que eran cuando militaba en la WWE, por lo que la compañía de los McMahon, con el tiempo, ha perdido todo interés en el wrestler y su recontratación, a fecha de hoy, parece totalmente descartada. Con toda esta sucesión de acontecimientos, CM Punk quedaba como un heel con gran over cuyo status se vio enormemente engordado, cosa que dio pié a otra decisión de la compañía encaminada a explotar el buen momento del wrestler, hacerle capitanear un grupo de luchadores que siguieran su filosofía de forma casi fanática: la Straight Edge Society. Tras unos primeros meses muy prometedores, el stable se fue desinflando y la mala suerte, junto a decisiones menos acertadas en el devenir del grupo, acabaron dando al traste con un stable que, como decía al principio, siempre recordaremos como una idea que pudo haber dado muchísimo más de si. Los aciertos del grupo eran suficientes como para haberse convertido en algo mucho más importante de lo que finalmente fueron: su puesta en escena a lo "telepredicadores fanáticos" era original y tenía mucha fuerza visual, eran capaces de lograr el curioso fenómeno de que la audiencia abucheara y rechazara un mensaje supuestamente positivo, como es el de oponerse a las drogas (gracias, precisamente, al fanatismo extremo con el que lo transmitían, generando un contraste entre audiencia y stable también muy original y fresco); captaban nuevos miembros que pasaban un ritual de iniciación y de demostración de fidelidad al liderazgo de CM Punk aceptando raparse la cabeza en pleno directo, a pesar de que el propio Punk lucía una barba y una melena prominentes, algo que todavía consolidó aún más el impacto visual y la capacidad de generar atención del grupo. A nivel de guión, el buen momento del stable se aprovechó para reinventar de forma acertada el gimmick de un Festus (ahora Luke Gallows) que decía haber sido "salvado" por Punk y su filosofía, y para presentar a Serena, que a punto estuvo de hacer cuajar un concepto tan interesante como el de "la Anti-Diva", pero que no llegaba a dicha meta a causa de la brevedad de su estancia en la empresa (con lo que una Diva tan diferente de lo establecido podría haber logrado generar a todos los niveles). Como vemos, la Straight Edge Society no solo era un buen stable en si mismo, sino que era capaz de generar nuevos conceptos e ideas por si mismo para ser aplicados en el espectáculo (como ver a CM Punk luchando enmascarado durante algunas semanas); toda una mina de oro. Sin embargo el grupo acababa estancándose y perdiendo brillo a pasos agigantados, viendo como se quedaban por debajo de lo que podrían haber sido, tanto por malas decisiones empresariales como por imprevistos. A nivel de storylines, el grupo pronto se estancó y empezó a saturar al público gracias, entre otras cosas, a unas promos excesivamente largas (error de los guionistas) que acabaron despertando cierto tedio con el paso de los meses. Para colmo, los bookers también se mostraron bastante ineficaces a la hora de involucrar al stable al completo en un feudo que fuera realmente importante y de peso, lo que condenó al grupo a, pasado un tiempo, vagar casi sin rumbo fijo y sin metas, limitándose a estancarse sin un rumbo realmente fijo.
Para cerrar la lista de errores empresariales que lastraron muy mucho al grupo, añadir que el stable también acababa acentuando su tendencia al estancamiento cuando ningún otro elemento pasaba a engrosar sus filas, restando crédito y credibilidad a un grupo con cierto funcionamiento sectario que, sin embargo, parecía mostrarse incapaz de unir nuevos miembros al "culto". En un intento de paliar este error, la compañía introdujo a un wrestler enmascarado de secreta identidad que ayudaba al grupo en sus combates, y que era presentado como el "miembro secreto" de la banda. La idea era buena y lograba, ciertamente, devolver gran parte del interés que mucho público estaba perdiendo ya hacia el stable; sin embargo, esta idea (en origen bastante buena) no era suficientemente bien aprovechada ni utilizada cuando los guionistas no dieron excesivo peso o protagonismo a las acciones de dicho "miembro secreto" (limitándose a acciones muy puntales y de poco peso), terminando de aniquilar totalmente la frescura de la idea cuando, de forma torpe, se dilataba demasiado en el tiempo el desvelar la identidad de dicho miembro hasta el punto en que ya la gente paso a casi no importarle demasiado de quien se trataba y hasta a olvidar que el grupo tenía un "miembro secreto" cuya identidad, supuestamente, tendría que estar intrigando a medio mundo. Para colmo, una vez se desvelaba la sorpresa de la identidad del wrestler, se hacía tarde y mal, ya que dicha sorpresa se quedaba en un “bluff” casi total cuando, después de tanto esperar y en lugar de destapar a alguien de auténtico renombre o de peso en la industria (cosa que hubiera dado autentico sentido a este recurso del "miembro secreto"), finalmente resultaba ser Joey Mercury, rescatado del territorio indy donde se encontraba tras su corto periplo en la empresa años atrás junto a Melina y John Morrison (un jobber a día de hoy, para que nos entendamos). Por si esto fuera poco, una inesperada lesión de brazo que sufría CM Punk obligaba al luchador a verse limitado a llevar a cabo promos con el micro que le apartaban de la acción, perjudicando así de forma evidente las peleas del grupo en muchos sentidos. Ya con el grupo incapaz de levantar cabeza, el despido de Serena por su, al parecer, excesivo gusto a salir de fiesta (contradiciendo totalmente al personaje que interpretaba en el kayfabe) junto a sus alarmantemente limitadas habilidades sobre el ring, acabó poniéndole la puntilla al stable, decidiendo los guionistas ir reduciendo su presencia cada vez más hasta acabar con sus dos últimos miembros enfrentados (Luke Gallows y CM Punk) tras un varapalo de Big Show (que bien podría haber echado la última palada de tierra sobre la formación), echándose la culpa del fracaso de la banda mutuamente, hasta que, muy recientemente, Punk era traspasado a Raw mientras se percibe un esfuerzo por parte de los bookers de ir desvinculando su imagen cada vez más de un stable que ya es historia.
En resumen, éxito a medias de un grupo cuya conclusión positiva sería la de haber aportado cosas frescas e interesantes al panorama durante un breve espacio de tiempo; mientras que, como conclusión negativa, yo diría que ha mantenido a Punk demasiado tiempo alejado de títulos importantes mientras trabajaba por consolidar la formación (algo ya desde ahora fácilmente paliable gracias a que Punk, de nuevo, vuela libre y en solitario buscando ya nuevas metas y objetivos).
* OTRA VEZ DANIEL BRYAN:
De nuevo sin necesitar una espectacular ni elaborada storyline detrás, Daniel Bryan vuelve a formar parte del mejor combate de un PPV, como demostraba en el reciente Bragging Rights. Pelea excelente con un ritmo adecuado (exceptuando puntuales momentos de bajón nada importantes), gran intensidad y cierta crudeza, con algunos golpes puntuales bastante virulentos y agresivos por parte de ambos contendientes.
Si a eso unimos que su rival era un Dolph Ziggler que dio la talla y que también supo cuajar una actuación muy convincente, es inevitable evitar el volver a ilusionarse de nuevo cuando analizamos que ambos wrestlers son parte de la mucha "savia nueva" que lleva invadiendo la WWE durante los últimos tiempos.
Me atrevo a afirmar sin exagerar que se trató ésta de una de las mejores peleas que nos ha dado la WWE en los últimos meses, eliminando totalmente de su "receta" cualquier factor de "Entertainment" y dejándonos una pelea de Wrestling 100% puro llena de detalles técnicos impresionantes y de una calidad bastante elevada. Corre a Youtube si no la has visto ya, a ver si tienes suerte y lo encuentras... y si no también, porque su calidad bien merece un segundo visionado.
Edu - DW The Edu Files
http://wwefiles.blogspot.com/
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i will give you a show like you never ever seen before
ResponderEliminarwhy?
cause i can...
que buen articulo, muy correcta es tu impresion sobre el SES y del American Dragon. Me gustaria que tu proximo aporte sea un poco mas extenso, porque es muy agradable leer tus opiniones de la WWE.
Muchas gracias Edu por otro post genial :)
ResponderEliminarPerfecto post!! La verdad lo de la SES es una pena, era el apoyo que a Punk le faltaba, pero en vez de ayudarle, le ponen un stable de lowcarders y desde que lo tiene no gana ni un feudo(tanto Mysterio como Big Show han quedado por encima, ademas ridiculizando tanto a la SES como a Punk). Al menos, creo que ha sido un acierto el traspasar a Punk y pasar pagina...además lo que se puede avecinar por el USA championship puede dejarnos lo mejor del año...
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