7/5/11

The Edu Files: Mayo 2011

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Recuperamos la actividad en DiarioWrestling (tras este par de días de "relax") con una de las columnas más esperadas: The Edu Files. En esta ocasión, todo lo acontecido en torno a Extreme Rules y sus muy trascendentes semanas previas han inspirado a nuestro colaborador Edu para obsequiarnos con un nuevo artículo de opinión...

* CM PUNK MERECE MAS:


Analizando los rosters del momento actual en la WWE, tal vez el caso de CM Punk sea en el que existe una diferencia mayor entre lo que la mayoría del gran público piensa que el luchador merece y el status que, finalmente, la compañía le otorga al profesional, creándose así un gran "divorcio" entre público y compañía en lo que respecta a la actual situación de este luchador que, insisto, no se da hasta un punto tan exagerado en otros wrestlers. Si bien es realmente muy común leer por la red cientos de quejas y lamentos sobre lo supuestamente "maltratado" que muchos consideran al luchador en la WWE, lo cierto es que la compañía parece continuar haciendo oídos sordos a dichas quejas, manteniendo al wrestler totalmente relegado y arrinconado en unas storylines bastante secundarias que, para más inri, tienen el agravante de moverse totalmente alejadas de la órbita de cualquier campeonato posible.

Lo cierto es que basta analizar su trayectoria durante los últimos años para comprobar como a Punk se le han endosado tareas tan difíciles como poco gratas en todos los aspectos, exigiéndole al wrestler un trabajo a nivel de bookeo que, además de mantenerle privado de cualquier campeonato, encima resulta bastante poco agradecido. Todo empieza cuando los guionistas piensan en el personaje del luchador para adoptar el papel de líder de un stable mesiánico e inicialmente muy interesante llamado Straight Edge Society, que empezaba a invadir los shows de Smackdown dejando muy buen sabor de boca y transmitiendo la sensación de que podríamos encontrarnos ante algo realmente grande a nivel de storylines. Sin embargo, esa genial idea iba acumulando despropósitos y desaciertos por parte de los guionistas (como ya analizaba en una anterior ocasión en otra de estas columnas del blog) y acababa convirtiéndose en un “bluff” de proporciones épicas y en un fiasco bastante decepcionante con el tiempo, hasta el punto de que ya los directivos y miembros del equipo creativo fueron incapaces de hacer que el stable remontara el vuelo una vez caía en una decadencia inexorable propiciada por esos desaciertos a nivel de guión y de no saber aprovechar el filón que tenían entre sus manos como hubiera sido deseable. Cuando la cosa ya no tenía arreglo y tocaba fondo, llegaban incluso a producirse despidos (como los de Serena y Luke Gallows). Era evidente que Punk no iba a ser despedido (por status y por ser el elemento de más valor del stable, obviamente), pero ya era irreparable el "daño" inflingido al de Chicago de haberle tenido inmerso en unas storyline sin rumbo fijo, sin objetivo de títulos de por medio y condenadas al fracaso, siendo general la impresión de que, más o menos, se le había tenido "perdiendo el tiempo" y en el dique seco durante todos esos meses en los que duraba la formación (y privado de objetivos o de posibilidades de campeonato).

Una vez la Straight Edge Society pasaba a mejor vida, Punk parecía quedar libre ya para volver a lo más alto, para pasar página y para encaminar sus pasos, de nuevo, hacia la cima de la empresa. Sin embargo, en lugar de eso, los planes de la WWE fueron los de ponerle al frente de otro stable sin objetivos de campeonato de ningún tipo y, para colmo, dándole el timón de una storyline ya moribunda: la de los Nexus (guión ya en esos momentos algo sobre-explotado y quemado por venir funcionando de meses atrás con John Cena, Wade Barrett y compañía, cuando el stable se encontraba mucho más fresco). Casi parecía que se le encomendaba a Punk la injusta y complicadísima obligación de tener que "revivir" a los Nexus ahora que parecían empezar a perder frescura y "flojear" en pantalla, algo sumamente difícil y complejo que, dentro de lo que cabe, nadie puede decir que Punk no haya logrado en cierto modo, a pesar de la complejidad del "encargo" y la falta de medios para lograrlo, ya que estos New Nexus, aunque lejos de la frescura e interés iniciales, han logrado mantener cierta atención en los shows gracias, sobre todo, al talento del luchador y de su personaje. De esta forma, Punk ha pasado de un stable decadente y sin objetivos que fracasaba por ser mal manejado por los bookers a otro stable también lejos de su mejor momento al que tenía la misión de volver a levantar, (con lo difícil que era dicha misión a esas alturas) y, para colmo, alejado total y absolutamente de cualquier mínimo campeonato (para desmotivar aun más al luchador). Con este panorama, no es de extrañar que, en las últimas semanas, hayan surgido rumores de que Punk bien podría estar pensando en abandonar la WWE al sentirse totalmente estancado, desaprovechado y frustrado en su situación, algo que, sin duda, supondría una noticia realmente triste para todos los fans y para los muchos que se lamentan por su situación exigiendo un push en condiciones.

En mi opinión, estoy completamente seguro de que la WWE no tiene nada contra Punk y de que su situación actual en la empresa no se debe a un intento de la compañía por fastidiar o por "sabotear" su carrera de forma intencionada. Creo que ha sido algo no premeditado y que se debe a una sucesión de errores y de decisiones desacertada en torno a la figura del luchador que han acabado llevándole a su actual e insulso estancamiento. Me baso en que, en solo 6 años, Punk ha sido 3 veces Campeón Mundial de los Pesos Pesados, dos veces consecutivas ganador de Money in the Bank y, más recientemente, la empresa accedía a los deseos del luchador de draftear a su novia actual en la vida real (Beth Phoenix) al roster de Raw, para facilitar así la relación de la pareja permitiéndoles estar juntos en las giras de house shows de la compañía. Por todo esto, me inclino a pensar que la WWE no está actuando de mala fe contra Punk, sino que Punk solo ha tenido la mala suerte de que los directivos y guionistas hayan acumulado de forma casi consecutiva un montón de errores y decisiones desacertadas alrededor de su figura. Espero que esta situación pase pronto y que la WWE mueva pieza para sacar del estancamiento a un fantástico wrestler y gran personaje porque, sin duda, Punk merece más; es casi inaudito que Punk no orbite algún título durante meses y meses y aunque sea de forma lejana, sobre todo viendo en estos días a gente como John Morrison peleando por el Título de la WWE en el pasado Extreme Rules, a Wade Barrett como el peor y menos creíble Campeón Intercontinental de la historia (así de claro), a The Miz como reciente (y muy discutido) main eventer y también Campeón de la WWE o a Kofi Kingston teniendo la pasmosa facilidad que tiene de llevarse algún título midcarder tan a menudo.


* ¿LUCHA DEL AÑO?:

Extreme Rules no fue un PPV para enloquecer o para crear época pero si que acabó resultando un show francamente correcto, equilibrado y muy aceptable (sin ir más lejos bastante superior en líneas generales a Wrestlemania XXVII, aludiendo así a mi columna del mes pasado). Hasta su "segmento entertainment" (actualmente protagonizado por el feudo entre Michael Cole y Jerry Lawler) fue mejor desarrollado y resultó mucho más divertido que el llevado a cabo anteriormente en el supuesto "mejor PPV del año". A pesar de todo ello, y aun encontrándonos solo a primeros del mes de Mayo, me da la sensación de que es bastante posible que el PPV nos ofreciera la que podría ser perfectamente la pelea de 2011 (y de no serlo se va a quedar muy cerca, eso seguro). Hablo, por supuesto, del Ladder Match entre Christian y Alberto del Rio por el Título Mundial de los Pesos Pesados; una pelea que, considerando el momento exacto de ambos wrestlers y el como se llevó a cabo, rozó la perfección a la hora de ejecutarla en escena. El combate, para mi, alcanza las 5 estrellas por muchos motivos pero, principalmente, porque logró con creces el que siempre es el principal objetivo en este espectáculo: lo que en la industria se denomina "suspension of desbelief" (SOD a partir de ahora). En Wrestling, SOD es cuando cada pieza de un feudo encaja tan bien con las demás, la historia se cuenta y se lleva de una forma tan acertada y lógica y, finalmente, la pelea también se ejecuta tal y como la storyline requiere (y además con una buena actuación de sus protagonistas) que, en cierto modo, realmente se consigue "anular" por un instante el permanente sentido existente en el espectador de estar viviendo un espectáculo ficticio, sumergiéndole en la fantasía y haciéndole participe de ella para que la viva plenamente. Supongo que será algo común a otras formas de entretenimiento (como el cine o la literatura), pero el caso es que, en Wrestling, cuando el espectáculo llega a su máximo nivel y realmente se consigue "zambullir" al espectador en la ficción (hasta el punto en que, por un momento, se consiga que "olvide" o que ignore que lo que está contemplando es ficción) cuando el Wrestling llega a sus máximo nivel de "magia" y de pasión. Sin duda, SOD es "el orgasmo del Wrestling", y acercarse lo más posible a eso es siempre el objetivo final del espectáculo.

Pues bien, con Christian y Alberto del Rio se ha logrado de forma ampliamente satisfactoria, y de ahí que podamos encontrarnos ante el combate del año. Empezamos con la historia, que ha venido introduciendo elementos reales que ni los guionistas esperaban para, curiosamente, favorecer y acabar dándole más verosimilitud al guión. Una de las cosas más alucinantes del Wrestling, y algo que no se da ni de lejos en otras formas de entretenimiento, es el hecho de comprobar como pequeños elementos reales suceden sin que nadie lo espere y modifiquen el curso de los acontecimientos y de las storylines. En el caso que nos ocupa, tenemos la lesión real de Christian primero (que, verdaderamente, se le pudo achacar a Del Rio, dando así pie a unas lógicas ganas de venganza por parte del canadiense, que se vio obligado a pasar por quirófano por desgarro del músculo pectoral previamente a los inevitables meses de baja) y, posteriormente, la precipitada retirada de Edge (gran amigo de Christian en la vida real y desde la niñez), también totalmente real e inesperada después de que los médicos descubrieran que su estado de salud era peor de lo que el wrestler pensaba y le aconsejaran que tirara la toalla ya en lugar de hacerlo en tres o cuatro años, como inicialmente Edge tenia pensado hacer (los riesgos de daños irreversibles eran ya elevados de continuar la práctica del Wrestling). Esta retirada inesperada dejaba el Título Mundial de los Pesos Pesados vacante (ya que Edge se veía obligado a dejarlo sin dueño) y todos estos elementos reales confluían de forma casi mágica en el feudo que nos ocupa, dejándonos al "malvado Heel" (Del Rio) con el camino libre hacia un título que, según él, estaba destinado a ser suyo tras deshacerse de ambos canadienses. En fin, sigue siendo increíble como unos elementos reales perfilan una historia de ficción y acaban dándole tanta vida e intensidad.

Por último, llegamos a la pelea en si misma: un combate de escaleras que, teniendo en cuenta el momento actual de wrestlers, empresa y guión, rozaba la perfección, con un ritmo intachable en cada segundo (sin apenas parones innecesarios), un número de spots perfecto para la historia que se estaba contando y, en definitiva, un choque realmente emocionante e intenso, amplificado por todos esos elementos de la historia que ya venían de atrás. Por último, el SOD llegaba a su máximo nivel cuando, francamente, la incertidumbre por saber quien seria el ganador era enorme, dándole así a la pelea todavía un mayor atractivo ante la posibilidad de que pudiera suceder cualquier cosa. Había serias dudas de quien iba a ser el ganador del choque y nuevo Campeón Mundial de los Pesos Pesados, ya que, por un lado, teníamos a un Del Rio ganador de Royal Rumble en enero, que esta haciendo un trabajo enorme en la compañía, que parece gozar ampliamente del beneplácito de la misma y que, a pesar de no haber pasado aun ni un año desde su debut (en el pasado mes de Agosto), ya parece que lleve toda una vida en la WWE, habiéndose adaptado a la perfección, dando vida de forma excelente a su personaje (en ciertos aspectos es el "Heel perfecto") y dando también buenas peleas sobre el ring... y por el otro lado teníamos a Christian, un wrestler del que se rumorea que no gusta a la WWE ni a McMahon, que le tienen en plantilla solo por "demanda popular" y por satisfacer a la audiencia (que sí lo reclama), que jamás ha tenido ni uno solo de los dos campeonatos principales de la WWE y que ya muchos casi vaticinaban que volvería a quedarse derrotado y a un solo paso de la meta una vez más (como tantas otras). Con todos estos elementos era prácticamente imposible no tener un buen espectáculo asegurado, pero es que, para terminar de redondear, Christian y Del Rio también tuvieron un buen día e hicieron un gran trabajo juntos, sin apenas errores o botches dignos de reseñar. En la intensísima recta final, los intentos de Brodus Clay por ayudar a su mentor Del Rio hicieron pensar lo peor a los fans de Christian, que ya veían al canadiense siendo obstaculizado en su camino al título después de rozarlo con las yemas de sus dedos, pero Christian supo zafarse bien de la agresión del enorme luchador golpeándole la cabeza con una de las escaleras metálicas dispuestas en el ring que, de forma legítima, le abría la cabeza al rookie provocándole una brutal herida sangrante en el cráneo (12 puntos de sutura le tuvieron que dar al pobre Clay posteriormente en las dependencias médicas de la arena); otro accidente, por supuesto, no previsto en el guión y que, sin embargo, todavía dotó de más virulencia y emoción a un combate en el que el personaje de Christian demostró no estar dispuesto a detenerse ante nada para conseguir el primer Título Mundial de los Pesos Pesados de su carrera, como así lograba al final del choque y contra el pronostico (y los temores) de muchos. Como broche de oro final a este autentico regalo que el Wrestling nos dejaba el pasado domingo en Extreme Rules, finalmente no tuvo precio el ver a Edge y a Christian abrazados y celebrando la victoria mientras al nuevo campeón le temblaban las manos de genuina emoción y mientras ambos se deshacían en lágrimas, probablemente recordando lo mucho por lo que han pasado durante tantos años en esta dura industria y, en lo que concierne a Christian, los años de trabajo y de constancia que le han costado el que, por fin, la WWE decida reconocer sus méritos otorgándole este premio por su trayectoria y dedicación.

Simplemente alucinante, una pelea de las que crea afición y, para mi, probablemente la mejor del año.


* ADIOS A EDGE:

Aunque peque de egoísta, no puedo evitar utilizar la parte final de la columna de este mes para hablar de Edge, la que era una de mis debilidades actuales dentro del mundo del Wrestling y cuyo súbito y repentino anuncio de retirada nos pillaba a todos por sorpresa, cayéndonos encima como una losa. Lo que parecía el simple inicio de alguna nueva storyline del canadiense que comenzaría con un misterioso anuncio en Raw acababa resultando algo totalmente real y fuera del kayfabe (la ficción del Wrestling), resultando en el anuncio de su retirada del Wrestling Profesional. Ya bastante cascado tras múltiples operaciones de diversa índole y tras graves lesiones de cuello, pectorales, biceps, tendón de Aquiles etc, etc, etc a lo largo de su carrera, Edge planeaba dejar el negocio en cosa de 2 o 3 años, sin embargo, tras una revisión médica rutinaria posterior a Wrestlemania, los médicos le comunicaban que sus daños físicos eran algo mayores de lo que el luchador pensaba, aconsejándole al wrestler no esperar esos 3 años y retirarse ya, porque, de lo contrario, los riesgos de acabar acentuando ese daño físico y de provocarse algún deterioro con consecuencias irreversibles eran ya considerablemente elevados, optando así el canadiense por anticipar esa retirada que, inicialmente, tenía pensada para dentro de unos años (al parecer el luchador iba a dicho control médico alertado por súbitos temblores en sus brazos que sufría ocasionalmente, y que fueron los que le dieron la voz de alarma).

Me encantaba Edge; me gustaba como Face, me gustaba como Heel y me gustaba de cualquier manera. Es cierto que por sus limitaciones físicas sus peleas de los últimos años no han sido portentos que vayan a pasar a los anales del negocio, pero su personaje era único, especial y maravilloso. Edge era el típico personaje al que, hiciera lo que hiciera, podías comprender. Por deleznables que pudieran parecer algunas de sus acciones, lo cierto es que siempre podías dejar una pequeña puerta abierta a la comprensión de por qué había acabado actuando así.

El personaje de Edge era un superviviente nato, su manera de actuar era la de intentar siempre poner las cosas a su favor utilizando cualquier medio a su alcance... ¿no somos todos así en el fondo en nuestras vidas reales, en mayor o menor medida: supervivientes a toda costa? Por eso era tan fácil identificarse con él y encariñarse con sus jugarretas que, por muy reprochables moralmente que pudieran parecer en un primer momento, segundos después siempre lograban arrancarte media sonrisa y te hacían acabar comprendiendo que el tío no tenía otra maldita opción para lograr su objetivo, el objetivo de todos: seguir sobreviviendo. Todos los Edgeheads (entre los que me incluyo) le echaremos de menos; nunca habrá un "Último Oportunista" como él.



Edu - DW The Edu Files
http://wwefiles.blogspot.com/



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7 comentarios:

  1. Solo puedo añadir que eres un crack.

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  2. Totalmente de acuerdo con edu pero me hubiese gustado saber su opinion sobre la corta duracion del titulo de christian.Quizas lo comente en el edu files de junio.

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  3. Lo de los 5 días del reinado de Christian merece un analisis tan exhaustivo y tiene tanto que reflexionar y profundizar que ya me encuentro elaborando una columna extra solo en torno a ese tema. Espero terminarla en unos días porque la cosa tiene tela por donde quiera que se mire

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  4. Muchas gracias de nuevo, Edu. Espectacular :)

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  5. lo de christian no se yo como cogerlo.......

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  6. Genial tu análisis. Sólo añadir, que me encanta cuando los luchadores ganan el título, y de verdad se les ve la alegría en el rostro, y los ojos empañados por la emoción. Eso sólo lo he visto en los últimos años, en el último título de Edge, y en esta ocasión con Christian.
    Espero impaciente tu opinión sobre los 5 días de reinado.

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  7. edu soy seguidor de tus artículos desde hace muchísimo tiempo, y te digo k este ha sido el mejor desde hace mucho (ojo, no digo k los otros sean malos (para nada), sino que este si que es todo lo k he sentido ahora con lo de christian y edge)
    el momento mas emotivo en muchos años, y concuerdo con sebaurbano, en que no hay nada como un campeon k gane un titulo y se le note la emocion (incluso se me aguaron los ojos al ver a los 2 casi llorando de la alegría)
    un saludo edu y de nuevo excelente artículo

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