28/10/12

El Globo Pinchado: John Morrison

|

Continuamos con esta sección, en la que, en esta ocasión, tocaremos a uno de los luchadores que más prometía llegar a lo más alto y que pasó de ganar tres veces el campeonato Intercontinental, cuatro campeonatos por parejas y un campeonato mundial por parejas (todo de la WWE) y un campeonato de la ECW, a ser despedido haciendo de jobber, cuando pocos meses antes se encontraba en la órbita de todo cinturón que brillase. Con todos vosotros, en El Globo Pinchado y en exclusiva para DiarioWrestling.com: John Morrison.


Quizás éste sea uno de los casos más sonados y que más han crispado al conjunto del universo WWE. John Morrison, un luchador con una hechura de campeonísimo e ídolo de masas que, a mis ojos y salvando la distancia, me recordaba al Shawn Michaels de los años 90.


EL PUSH:
John Hennigan apenas había hecho nada en el mundo del Wrestling (un tiempo en una escuela de lucha) hasta ser admitido en la tercera edición del reality Tough Enough, donde demostró un potencial increíble, hecho que le llevó a ganar el concurso, compartiendo premio con Matt Cappotelli. Poco después vendría su debut, aunque éste comenzó con una derrota y una fugaz aparición en Raw como asistente de Eric Bischoff, bajo el nombre de Johnny Nitro. La historia le duró poco y fue devuelto al territorio de desarrollo. Al luchador se le veían maneras: poseía una técnica más que aceptable, una agilidad tremenda y un físico portentoso que hacía las delicias de las féminas (y despertaba las envidias de muchos hombres). La tara venía, en cambio, por una carencia de feeling y de micrófono más que considerable. Fue en el territorio de desarrollo donde se unió a Melina y a Joey Matthews, formando el equipo MNM, un tag team como Dios manda que representaba a tres estrellas de Hollywood, siempre rodeados de toda la pompa del estrellato, y que puede que fuese uno de los equipos más compactos que se recuerda en los últimos tiempos de la marca. Tal fue el caso, que en Abril de 2005 dieron el salto a Smackdown, y ganaron el título por parejas hasta en tres ocasiones.


En 2006, tras perder el título, se rompió el grupo y tanto Johnny como Melina, pasaron a ser heel. Casi de inmediato, pasó a formar parte del roster de Raw, entrando en la pugna por el título Intercontinental, que consiguió casi en un abrir y cerrar de ojos venciendo en una triple amenaza a Shelton Benjamin y a Carlito. Cuatro meses le duró el reinado, hasta que lo perdió ante Jeff Hardy. Pero eso era lo de menos. Lo importante era que Johnny estaba en la cresta de la ola. Recuperó el cinturón, aunque volvió a perderlo, volvió a unirse a MNM, aunque acabaron por disolverse de forma definitiva.


Y aquí llegó, quizás, el mayor logro de su carrera, hasta hoy. Fue movido a ECW, hecho que aprovechó para pasar a llamarse definitivamente John Morrison y consiguiendo el título de dicha marca. El título no le duró demasiado, pero casi a continuación, comenzó a hacer pareja con The Miz y en menos que canta un gallo, ambos se hicieron con los títulos de campeones por parejas. Por aquella época, como podéis comprobar, resultaba extraño ver a Morrison sin un título en su cintura (o sobre el hombro). Aunque perdieron el título, lo recuperaron con celeridad, hasta perderlo definitivamente en Wrestlemania XXV ante Carlito y Primo, combate que sirvió para unificar el título por parejas. Resulta curioso observar, viniendo al caso con lo que comentaba anteriormente, como en Survivor Series 2008, Morrisón copió varios movimientos de Shawn Michaels. Quizás ya muchos empezaban a considerarle su sustituto por méritos propios. Nada hacía presagiar su caída.


LA CAÍDA:
Desde entonces Morrison se encontró siempre en la órbita de algún título completo, incluso volviendo a conseguir (por tercera vez) un título Intercontinental, pero a pesar de hacer unas luchas espectaculares, con saltos suicidas incluidos y mil y una peripecias, los directivos de la WWE no parecían querer arriesgarse con un tipo que, ahora de face y con todo para triunfar, se le echaba en falta más soltura con el micrófono. Fue perder su campeonato Intercontinental ante McIntyre (protagonista de nuestro anterior episodio) y no volver a levantar cabeza. Todos recordamos como los astros parecían alinearse contra Morrison para que, de una forma u otra, siempre rozase con la punta de los dedos (en ocasiones, incluso literalmente) un título completo, pero que éste siempre se escapase como si estuviera cubierto de aceite. Incluso perdió en la final de King of the Ring 2010, perdió ante Sheamus, aunque ya todos lo esperaban. A pesar de eso, consiguió convertirse en retador nº1 para el título de la WWE que en esos momentos ostentaba su ex–compañero The Miz. Por supuesto, perdió. A continuación, en Royal Rumble 2011, nos dejó una joya que quedará marcada en la memoria de todos los aficionados al Wrestling cuando al ser expulsado del ring, saltó sobre la valla de seguridad que separa el cuadrilátero del público y, encaramada en ella, consiguió no solo no posar un pie en el suelo, sino volver a subir al ring. Todos pensamos que aquella era la excusa perfecta para hacerle ganador de Royal Rumble, pero por otro lado pensamos: ¿Y si se hubiese resbalado? La respuesta era sencilla: Morrison no iba a ser el ganador.



Morrison estaba siendo mostrado como un verdadero “acróbata” o simplemente como un hombre de facultades físicas increíbles casi a nivel de Spiderman, con escenas en las que se sujetaba a la pared con una mano, corría y saltaba entre la tramoya usando ésta a modo de circuito americano, o saltando desde encima del titantron a modo suicida, desde el logo de la WWE, o desde lo alto de la jaula de Elimination Chamber.



Precisamente en Elimination Chamber volvió a tener una oportunidad para optar al título, pero como todos esperaban, volvió de nuevo a casa con las manos vacías. Y Aquí parece que empieza el absoluto inmersión en aguas pantanosas de nuestro protagonista, puesto que en Wrestlemania participó en un combate horrible junto a Trish Stratus y Snooki (algo así como Paquirrín pero en tía). Los problemas surgieron en backstage, cuando un muy sobrado Morrison apenas quería debatir con Stratus la forma de la lucha y la ignoró por completo. Según parece, esto traía cola de lejos. Por lo visto él y su novia pensaban que debía haber sido Melina quien pelease (es decir, la novia de Morrison), pero que finalmente Stratus le robó el sitio, cosa que no tenía mucho sentido puesto que Melina era heel en ese momento y Morrison face.


Y ahora conviene hablar un poco de Melina que, no sé si justa o injustamente, se convierte en la mala de esta película. En backstage, Morrison no era precisamente respetado, y se dice que Melina era el principal motivo. Al parecer Melina era una chica más alegre que Bob Marley en Noche Buena y las infidelidades hacia su novio se sucedían constantemente, a veces, incluso con el consentimiento de éste. Batista, por ejemplo, fue uno de los que pasó, supuestamente, por el lecho de esta señorita. A esto se unieron declaraciones de otros luchadores como Bryan Kendrick y Paul London, que afirmaron que era el propio Morrison quien llevaba a Melina a sus citas sexuales. Kendrick se unió a la lista y Maria Kanellis comentó que Melina había compartido algo más que palabras con el 80% del roster. Melina, de hecho, ya había tenido problemas con muchas otras divas de la empresa, pero desde luego Stratus era un hueso duro de roer. Tal fue la cosa, que en Agosto de ese mismo año (2011), Melina fue despedida. John Morrison, por su parte, se quedaba solo en la empresa, desdeñado por sus compañeros, subido en un pedestal de ego que podía venir de su propia persona o bien haber sido construido por “manos ajenas” y con unos directivos que no confiaban en él. Así fue la cosa, hasta que Morrison dejó de ser esa eterna promesa, para convertirse en jobber de todos, hasta que finalmente, en un combate contra The Miz el 28 de noviembre de 2011, éste le lesionó (kayfabe). Un día después, Morrison estaba fuera de la empresa tras un acuerdo entre ambas partes que dejaba las puertas abiertas a un futuro reencuentro.



CONCLUSIÓN:
Si bien es verdad que Morrison se ha mantenido activo en el circuito independiente, su carrera está en un proceso de stand-by. No me gustaría que mi comentario sea malinterpretado, pero la cruda realidad es que hay personas en la vida con el síndrome parásito, cuyo único objetivo es absorber a otra persona hasta dejarla seca y convertirse, como si de un invasor se tratase, en la mano que mueve los hilos de ese ser del que ya no queda más que un conjunto de carne y huesos. Vale, quizás sea exagerado, pero así veo a Morrison. Melina ha hecho con él lo que ha querido, y él además se ha dejado hacer. Reitero que no deseo que mi comentario sea malinterpretado, y mucho menos que se tilde de machista, puesto que he hablado de “personas” y no de sexos concretos (véase el caso Amy Winehouse). John Morrison da la sensación de ser un hombre con una carencia absoluta de personalidad que necesita, para colmo, tener a ese parásito al lado que le diga por qué camino tirar. Cada uno puede hacer con su vida lo que le venga en gana, pero lo que uno no puede hacer de ninguna de las maneras es llevarse el trabajo a casa, o su casa al trabajo. Ya sabemos qué clase de mundillo cerrado es el Wrestling y, guste o no, si quieres vivir de eso y estar en la élite, no tienes muchas alternativas. Pienso que Morrison aún tiene muchísimas posibilidades para coronarse como uno de los grandes, pero para eso debería tomar las riendas de su vida, ya sea extirpando el parásito o bien, sabiendo separar su vida personal de lo que le da de comer. Para finalizar, y tan sólo esperando que ningún familiar de Melina lea “tó el repertorio” que le acabo de soltar, un consejo que me decía mi madre: “Donde tengas la olla, no metas la… pata.”


Un saludo a todos, y gracias por detenerse a leer.

2 comentarios:

  1. mauricio colmenero,wrestler y hostelero.28 de octubre de 2012, 11:50

    yo juraria que el dicho ese no hablaba nada de meter la pata.........
    yo me dejaria manejar por melina con mucho gusto asi que me sacrifico por morrison,tiri tiri titititi.

    ResponderEliminar
  2. Maldita Melina... Me encantaría poder ver de nuevo a Morrison por WWE porque merecía mucho la pena. Si han conseguido que Daniel Bryan mejore con el micro, ¿por qué no él?

    ResponderEliminar