* SANTINO MARELLA EN ELIMINATION CHAMBER:
Una de las decisiones más polémicas y controvertidas que ha tomado la WWE en los últimos tiempos, y la que más ríos de tinta y debate ha originado, ha sido la inclusión de un personaje tan descaradamente entertainment como es Santino Marella en un tipo de combate como Elimination Chamber, siempre vendido como una pelea dura, cruda, difícil, seria... y de pago. Para echar más leña al fuego, la decisión tenía un claro cariz de improvisación cuando todo se originaba tras la reciente lesión de Randy Orton, ya anunciado como parte de la pelea pero posteriormente retirado de la misma tras sufrir, como digo, una lesión en un Raw posterior a dicho anuncio. Sin pensárselo dos veces, a la WWE se le ocurría dar un giro arriesgado al asunto y organizaba una battle royal clasificatoria para cubrir la baja de Orton, combate masivo en el que Marella se llevaba la victoria y se ganaba su acceso a la Elimination Chamber por el Título Mundial de los Pesos Pesados. La polémica explotó enseguida en foros, podcasts y webs de todo el mundo, algunas de las cuales daban tan poco crédito al asunto que, incluso, estaban convencidas de que este movimiento de la WWE no era más que una "maniobra de distracción" para encubrir el retorno de algún wrestler como Christian, Rey Mysterio o Alberto del Río, alguno de los cuales sería, finalmente, quien entrara a competir en la Elimination Chamber dejando a Santino fuera de alguna manera durante esa misma noche. Pero no fue así; la WWE acató el riesgo de semejante decisión y lo llevó hasta el final y hasta las últimas consecuencias, poniendo a Santino en la primera Elimination Chamber de su carrera.
En ocasiones he hablado de lo difícil que resulta el público general del Wrestling, de su alarmante tendencia a la "queja fácil" y a no estar contento con nada o de esa manía también general de quejarse cuando algo no es como le gustaría para, posteriormente, quejarse también de nuevo cuando ese algo es, finalmente, llevado a cabo como se quería. Medio mundo escupió al rostro de la WWE tras enterarse de esta arriesgada decisión, pero después, en pleno PPV, ese mismo medio mundo se dejó los pulmones animando a Santino y disfrutó como enanos asistiendo a la posibilidad de que el milagro fuera posible, asistiendo a la posibilidad de que el "underdog" de la pelea, ese que menos posibilidades tenía de llevársela, pudiera acabar alzándose con la victoria. La "Fórmula Rocky" ha funcionado siempre y siempre funcionará, y al final de la noche, aunque Santino no se llevara la victoria, resultó que el italiano había sido el wrestler más ovacionado, más apoyado y con el que la gente más había disfrutado de toda la noche. Santino, a pesar de las críticas iniciales, funcionó bien en Elimination Chamber, y la gente se volcó totalmente con él en el PPV (tal vez incluso más de lo esperado). ¿Quien entiende al fan?; como digo, a veces es muy difícil (y yo el primero).
* ¿A QUE JUEGA THE ROCK?:
Poco después de ser publicada mi columna anterior, esa en la que expresaba que no veía a The Rock participando más tiempo con la WWE una vez Wrestlemania finalice, Dwayne Johnson afirmaba que su trabajo junto a la WWE continuaría después de esa fecha, eso sí, a un ritmo similar al que ha venido trabajando en estos últimos meses (esto es, un Raw de pascuas a ramos y algún PPV).
Se dice que es en las promos donde se ganan los combates y donde los luchadores realmente se ganan (o pierden) el apoyo de un público que, finalmente, es el que les hace ascender; porque, más allá del guión preestablecido que la compañía determine para cada combate, es en las promos realmente donde el luchador tiene más libertad para hablar como él es y como se siente y, por ello, como más fácilmente puede llegar al corazón de la audiencia para intentar que esta "compre" el "producto" que cada luchador "vende".
Desde que hace cosa de un año se diera el pistoletazo de salida a la sonada rivalidad entre John Cena y The Rock que culminará el próximo 1 de Abril en Wrestlemania, muchos fuimos los primeros en posicionarnos sin miramientos del lado de un The Rock que parecía representar a esos fans de la vieja escuela cansados del producto PG simbolizado por Cena, ofreciéndoles la oportunidad de contemplar como todo un símbolo de la "Era Attittude" podía patearle el culo al "representante de la Era PG" delante de cientos de millones de personas y en riguroso directo. Este blog (The WWE Files) va camino de cumplir 5 años y basta con echarle un vistazo para comprobar que no soy precisamente el fan número uno de John Cena; sin embargo, debo admitir que, con el paso de los meses, la todopoderosa presencia de The Rock ha ido "derrumbándose" poco a poco en favor de un John Cena cuya solidez le esta haciendo ganar enteros de cara a su rival. Mientras Cena viaja por el mundo con sus compañeros, pelea en house shows, pelea cada semana en televisión, aparece en PPV y curra como el resto de los chicos del vestuario, The Rock aparecía en dos o tres Raw y sus acciones sobre un ring difícilmente superan los cinco minutos si las sumamos todas. Mes tras mes el tiempo fue transcurriendo y esa sensación se fue consolidando: Cena era un currante más de la empresa (porque lo es, independientemente del bookeo o del trato empresarial determinado que reciba) que daba el cayo siete días a la semana mientras que The Rock parecía ser una mera estrella de cine que colaboraba con la WWE en contadas ocasiones (cuando su agenda se lo permitía). Cuando The Rock volvió, lo primero que dijo es que "había vuelto a su hogar", culminando esa frase con un "nunca me iré"; sin embargo, nada más finalizar ese show, The Rock se largó a terminar de rodar "Journey 2" y a promocionar su espacio en Twitter. Estas mismas palabras, pronunciadas por Cena en sus promos, se unían a la constante ausencia de Rock en los shows y ayudaban a forjar cada vez más fuertemente en la audiencia la sensación de que The Rock nos estaba tomando el pelo. Y así llegamos a los acontecimientos ocurridos en las últimas semanas, acontecimientos que no hacen sino darle aún más la razón a Cena mientras que mellan aún más la imagen de The Rock.
En las noticias del mundillo se filtraba recientemente el malestar y los comentarios de muchos trabajadores y luchadores de la WWE con respecto a The Rock, al que consideraban una estrella que se comporta con aires de superioridad con respecto a los demás (cuando decide aparecer), que crea mal ambiente en vestuarios y que roba minutos de televisión o spots en Wrestlemania a jóvenes que se lo merecen y que se dedican a esto a tiempo completo.
¿Conclusión?: Cena se alza cada vez más fortalecido porque, al sector de espectadores que empiezan a sentirse "engañados" por The Rock y que empiezan a dudar sobre las verdaderas intenciones del actor "volviendo" a la WWE, se une el apoyo de sus compañeros de vestuarios que, en esta guerra por generar dinero, ven en Cena a su representante, al que curra codo con codo con ellos cada noche y al portador de esas "voces descontentas" con esta colaboración de The Rock con la WWE. Y así llegamos al último Raw, un Raw en el que The Rock se disponía a contestar John Cena por sus últimas provocaciones y un Raw en el que, sorprendentemente, vimos a un Rock al que todas estas connotaciones, por difícil que sea de creer, parecen empezar a afectarle y a hacerle mella: The Rock llevó a cabo la promo más floja y menos convincente de todas las que ha protagonizado atacando a Cena durante este último año, mostrándose menos sólido, menos seguro, menos fuerte y hasta contradiciéndose y dando explicaciones a la gente con sentencias totalmente desacertadas como esta: "el público de la WWE es inteligente, cuando volví y dije que no me iría nunca más, sé que nadie entendió que estaría aquí en cada Raw y en cada Smackdown", desdiciéndose y reculando de una manera bastante lamentable y frágil si consideramos que nos encontramos ante uno de los wrestlers más habilidosos y talentosos con el micro que ha dado esta industria. Por si eso fuera poco, The Rock "rellenó" su promo animando a la gente a que cantara consignas contra Cena, dejando vacíos en su discurso como si, realmente, no pudiera o tuviera nada que decir realmente bueno. La cosa ha cambiado mucho en este último año; si bien en un principio The Rock parecía indiscutiblemente destinado a representar el papel de babyface de la contienda para que Cena tomara el rol de heel en esta pelea (y posiblemente de ahí podrían venir los frustrados "amagos" de convertir a Cena en heel que la WWE ha intentado llevar a cabo durante estos últimos meses), lo cierto es que ahora la cosa no está ni mucho menos clara al respecto y que, a solo un mes del combate, ni la WWE ni nadie tiene realmente claro quien debería ser el babyface del combate o quien debería ser el heel del choque teniendo en cuenta como están las cosas en este momento, por lo que ni siquiera el hecho de quien se alzará victorioso en dicho combate debe estar nada claro en las mentes de los guionistas mientras escribo estas líneas.
Por otro lado, las pocas esperanzas de ver a un Cena heel a corto o medio plazo parecen esfumarse ya de forma definitiva, ya que, indirectamente, este cúmulo de acontecimientos en torno a su rivalidad con The Rock ayudan todavía menos aún a que la WWE se decida a materializar dicho cambio en el gimmick del luchador. No soy un gran fan de Cena, pero he de reconocer que el paso de las semanas juega a favor del de Boston y que Cena está logrando consolidarse cada vez más, mientras que Rock, por su manera de hacer las cosas y por despertar dudas sobre sus verdaderas intenciones con este "retorno" (sea por fines estrictamente promocionales o no), empieza a perder solidez; no niego que me encantaría ver como The Rock le patea el culo a John Cena en Wrestlemania, pero he de reconocer que la sensación de que John Cena también tiene su gran parte de razón en este asunto tampoco me la puedo quitar de la cabeza.
Edu – DW The Edu Files
http://wwefiles.blogspot.com/
Twitter: The_WWE_Files
Volver a PÁGINA PRINCIPAL
No hay comentarios: