Llegó el momento de una nueva edición del PPV temático por excelencia. Un evento creado bajo la sombra del enterrador, con un fin puramente comercial y muy devaluado por el exceso de banalización e infantilización de la era PG. ¿Qué sucedió realmente en el cuadrilátero?, ¿qué es lo que vimos?.
1.- Christian. Sinceramente, pienso que el combate que abre cartelera debe dejarse a otros tipo de luchadores. Más voladores, más espectaculares. La lucha entre Christian y Sheamus fue sólida, correcta, pero muy fría. Uno tenía la sensación de que no había absolutamente nada en juego y que Christian estaba condenado una vez más ( en esta nueva WWE hay que vigilar muy bien de quién eres amigo y de quién no) a la derrota. Imaginemos el extraordinario juego que podría dar el luchador irlandés como heel, en un combate sin reglas, sin melindres y tapujos de la censura, violencia intensa y encauzada hacia la lucha pura. Imaginemos el extraordinario juego que podría dar el luchador canadiense en un hell in a cell sin límites, donde pudiera probar algunas de sus suicidas maniobras, o su dominio en combates con escaleras o mesas de por medio. Pues eso, combate sin historia de dos figuras desaprovechadas en la era del “entertainment”.
2.- Sin cara. Esto si que fue verdaderamente preocupante. La lucha mejicana ha sido un elemento para rejuvenecer e insuflar nuevo espíritu a la lucha americana. En este enfrentamiento de la noche faltó conexión con el público. Es cierto que Místico no acaba de dar con la tecla ( la máscara ya hemos avisado que le resta mucha caracterización al personaje y que es difícil llegar al público sin escenificar el dolor, el placer, la frustración..), y cada vez más le queda muy grande la medida de suceder al rey Mysterio. No es menos cierto que la actitud del público fue deplorable, porque tenían delante de ellos la esperanza de que un nuevo estilo de lucha cuajara y tuviera su hueco en el futuro de la WWE. Fracaso absoluto. Por unos y por otros, espectáculo anodino. Tentativa frustrada, y la sensación de que podemos estar perdiéndonos algo muy grande. Esperemos que las tornas cambien, porque la sensación es de una tremenda decepción.
3.- Mark Henry. Es el villano clásico. Algunos malintencionados dicen que jamás una discusión con Michael Hayes y una amenaza de demanda por racismo fue mejor rentabilizada. La única verdad es que el paso de los años le ha dado credibilidad, y a pesar de sus limitaciones, representa el arquetipo del antagonista perfecto. Muchos seguimos sin entender cómo a otros luchadores no se les ha dado la misma oportunidad: la posibilidad de ganar un combate limpio a Randy Orton. Y – una vez ha conseguido ganar el combate- la humillación final era prescindible. En todo caso, al igual que ha sucedido con Truth, ha sido una sorpresa. Y da que pensar que si a alguno de los secundarios de los programas semanales se les diera un dedo de confianza, probablemente llegarían a sorprendernos.
4.- Main event. Lo mejor de la noche, para mi gusto, fue ver a un Alberto del Río que va mejorando a pasos agigantados sobre el ring ( como personaje ya encandiló desde el primer día). El final, absurdo. A ver… el wrestling requiere una cierta dosis de credulidad en el espectador. ¿pero qué sentido tiene ver a Miz y R-Truth golpeando a dos luchadores y todo el roster aporreando la jaula metálica? Se supone que en cualquier momento, la jaula cederá, los rebeldes tendrán que salir y el roster los aporreará a placer. No tiene ni pies ni cabeza.
Como tampoco tiene ni pies ni cabeza que Cena quede fuera del combate, y sin margen de maniobra intenta medio forzar la jaula (que alguna vez hemos visto ceder, todo sea dicho de paso) ¿no tiene más alternativas? ¿no puede intentar entrar desde la parte superior? ¿no puede coger alguna cámara o algo metálico del escenario e intentar abrir un boquete por el que sumarse a la lucha?. Ni pies ni cabeza.
La conclusión es sencilla: CM Punk vuelve a perder una vez más. Triple H que no ha luchado en todo el PPV ha vuelto a ser el protagonista y ha conseguido que todo el show gire entorno de él sin derramar una gota de sudor. El main event queda terriblemente devaluado y se nos vuelve a intentar colar una historia de buenos y malos que tiene más huecos que un queso gruyere. Fórmulas viejas, nula capacidad de sorprender, final por todos intuido… el fin del espectáculo. La bochornosa detención que culmina el grotesco espectáculo nos retrotrae a la detención de the monty después de haber sido vencido por el big bossman ( ¿y triple H era el tío que iba a finiquitar la era PG?). Por ahora, aún puede dar luchas interesantes.. pero entre promociones de películas por él protagonizadas, y apariciones estelares, el Hunter lleva camino de envejecer muy mal. Va a ser el Hulk Hogan de la WWE. Al tiempo.
Conclusión : PPV sólido. No nos podemos quejar de la calidad de algunos combates, pero en un momento delicado en que el wrestling debe ser sorprendente y captar al espectador, fue demasiado previsible, demasiado frío: demasiado poco. Y por cierto.. ¿hell in a cell? Yo sólo vi una triple amenaza y un combate con cierta ligereza a la hora de aplicar las reglas. La jaula metálica era totalmente prescindible. Un simple reclamo hueco. El infierno prometido no pasa de ser una pequeñita hoguera, unas llamitas sin importancia.
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13/10/11
The Real Double J opina sobre "Hell in a Cell"
Autor: Santi Liébana |
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Bastante de acuerdo.
ResponderEliminarY para no perder la costumbre (y esto NO va por el artículo, sino por la WWE), BOOOOOOOOoooooooooooooooooooooooooooooring!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Gran artículo. El otro día pensé lo mismo sobre Triple H y Hogan.
ResponderEliminarSi os acordáis, antes del fichaje de Hogan por TNA, vivimos unos PPVs a final de año con combates impresionantes, el triple threat AJ/Joe/Daniels o el feudo Angle/Mcguiness. Entonces llegó Hogan para rematar ese buen momento, y lo remató, pero literalmente.
A comienzos de este verano, veíamos no sólo la mejor storyline en muchos años en WWE, sino el mejor PPV en muchos años y el "nacimiento" del main eventer mas deseado por los fans; todo ello con un aire a cambio en el ambiente...LLegó Triple H, y todos pensamos, "ahora sí que sí". Y de nuevo, me cargo todo el trabajo del resto y chupo camara, como bien dice el artículo, hasta sin luchar.
Y lo que mas rabia da es lo de HiaC. A este paso, dentro de unos años lo tendremos hasta en los weeklies como los steel cage matches...que ya ni sorprenden, ni intimidan ni ná!!
En según qué casos también habría que valorar lo que no se ve, analizar un poco la psicología de las cosas y en este sentido creo la aportación de The Miz y R-Truth en el contexto de la historia está todo muy bien hilado, desde la trama de la conspiración y todo lo que sucedió en el combate contra Air Boom, poco a poco se ha ido dando mucho sentido a todo lo que ha pasado con estos dos dentro del contexto de la historia. Y aunque os pese, hoy por hoy, si hay mucho más interés en RAW es desde que HHH ha vuelto por ahí.
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