"La Vanguardia" se hace eco del BackYard Wrestling

Esta misma semana el diario catalán "La Vanguardia" se hace eco de algo que DiarioWrestling informó hace casi un mes: La llegada del BackYard Wrestling a España y de cómo se postean vídeos en esta línea en el Youtube. En "leer más" tenéis un extracto de esta noticia publicada por su página web y, si os apetece, podéis comentarlo en el foro.



Las escuelas tratan de atajar la fiebre infantil por la lucha libre
• Los colegios toman medidas para evitar que los niños imiten las llaves de los luchadores de la tele

• El locutor del 'Smackdown', de Cuatro, recomienda que los menores vean el programa acompañados

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RAFA JULVE
BARCELONA
Las ensayadas llaves y los simulados golpes que se atizan en televisión los profesionales del programa Smackdown (Cuatro, los fines de semana) han traspasado la pequeña pantalla para dar pie a una peligrosa moda entre los niños. Una afición que ha obligado a numerosas escuelas catalanas a tomar cartas en el asunto y prohibir estos comportamientos ante el riesgo de que algún alumno acabe con una brecha o un brazo roto.

Daniel Martínez apenas se inmutó cuando su hijo le dijo que en el cole le habían hecho "la bomba batista". Serán cosas de niños, pensó antes de mostrar un mayor interés: "¿Y qué es la bomba batista, hijo?". "Pues es una llave que hacen en el Smackdown, el programa de lucha libre que dan en la tele". La cara de Daniel empezó entonces a cambiar. "¿Y en qué consiste esa llave?", preguntó. "En que te levantan por las piernas y después te dejan caer de cabeza contra el suelo", le respondió el niño. La sorpresa se convirtió entonces en preocupación, el mismo sentimiento que recorre numerosos centros educativos de Catalunya, según ha podido confirmar este diario en conversaciones con 22 centros.



CHARLA EN LAS TUTORÍAS

La fiebre infantil por el wrestling o pressing catch ha llevado a muchas escuelas a prohibir estas arriesgadas prácticas. Algunos niños se divierten imitando los movimientos de Undertaker, del Rey Misterio, de Batista o de John Cena. Otros, en cambio, son siempre el saco de todos los golpes, que últimamente caen a raudales. Y tanto los unos como los otros son víctimas potenciales de una lesión. "Por ese motivo, varios profesores de nuestra escuela han debatido el tema con los alumnos en las tutorías, porque empiezan jugando y, al final, alguno se hace daño", explica Begoña Menac, jefa de estudios del CEIP Emili Juncalleda de Barcelona.

"Nosotros también hemos hablado en el aula sobre esta violenta afición --asegura Carme Giralt, jefa de estudios del CEIP Joaquim Ruyra--. Además, hemos tenido que llamar a más de un padre porque su hijo se había pegado con otro imitando las peleas de la tele. Incluso hemos prohibido los cromos sobre ese programa por su la violencia explícita".

SON ESPECIALISTAS

Xavier Planas, director del CEIP Ignasi Iglesias de Barcelona, advierte de que "algunos niños llegan a clase excitadísimos" después de ver el fin de semana
WWE Smackdown y WWE Raw. Un programa cuyo locutor, Héctor del Mar, defiende a capa y espada: "Los luchadores son especialistas muy bien preparados física y mentalmente, gente que ha participado en películas haciendo las escenas más peligrosas; son mitos vivientes para muchos chicos".

Del Mar recuerda que el programa remarca en numerosas ocasiones "que los niños no deben hacer nunca lo que ven a través de la pantalla" y asegura que tanto él como Fernando Costilla (el otro locutor) intentan "rebajar cualquier apariencia de violencia" dándole un toque muy humorístico a la retransmisión. Insiste también en que "en muchas tomas se puede apreciar que los participantes no se hacen daño, que ponen las manos antes de darse contra el poste del ring" o que no se golpean con el puño, sino con el antebrazo. "Incluso te puedo decir que debajo de la lona hay colocados 10 o 12 micrófonos para amplificar el estruendo de los porrazos". Según el narrador, se deja muy poco espacio a la improvisación porque esta "especie de función teatral" sigue un guión muy marcado, "por eso siempre ganan los buenos".

FALTA DE ANÁLISIS

Jesús Marqués, otro padre inquieto con esta nueva afición infantil, discrepa con este último razonamiento de Del Mar: "Está claro que los mayores sabemos que se trata de un montaje. El problema es que si nosotros ya dudamos alguna vez de si los luchadores se han hecho daño en una caída, difícilmente le podemos pedir a un crío que sea capaz de analizar el espectá-
culo y de entender que las llaves que ven en la televisión son más inofensivas de lo que parece".

Ante esta opinión, el locutor del Smackdown recomienda a los padres que vean el programa con los pequeños de la casa para que lo comprendan todo perfectamente. Es más, asegura que muchos niños que ahora alucinan con la bomba batista se han enganchado al pressing catch actual porque los han animado sus padres o sus hermanos mayores, que entre 1990 y 1996 fueron fieles seguidores de las narraciones de lucha libre que Héctor del Mar hacía en Tele 5.

Pero ni este consejo del comentarista ni su convencimiento de que "hay películas mucho más violentas y programas de tele que transmiten valores mucho más dañinos" persuaden tampoco a Daniel Martínez. "Mi hijo jamás ha visto la lucha libre y ha acabado recibiendo igual. Además, muchos chicos saben que es todo una farsa, pero incluso así les gusta practicar esos golpes".